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Se comenta que cuando Neil Fraser, ingeniero de software en Google, visitó en 2013 una escuela de educación primaria en Vietnam se quedó sorprendido ante el nivel de conocimiento
informático de los alumnos.
“A los siete años empiezan con lo más básico, a los ocho aprenden a utilizar Windows ¡en inglés!, a los nueve aprenden programación y al acabar la escuela, con 16 años, la mitad de la clase puede superar las pruebas de acceso a Google”. Un sistema educativo reforzado por los más de 400 programas de tecnologías de la información (TI) que se imparten en las facultades del país.
“A los siete años empiezan con lo más básico, a los ocho aprenden a utilizar Windows ¡en inglés!, a los nueve aprenden programación y al acabar la escuela, con 16 años, la mitad de la clase puede superar las pruebas de acceso a Google”. Un sistema educativo reforzado por los más de 400 programas de tecnologías de la información (TI) que se imparten en las facultades del país.
Vietnam tiene 92
millones de habitantes, el 24% tiene menos de 15 años y el 43% menos de 25, lo
que otorga una vitalidad y dinamismo propios de las sociedades nativas de la
era digital.
La explosión demográfica ha creado un mercado laboral muy competitivo al
que se incorporan cada año un millón de nuevos trabajadores. Esta competencia se transmite a los salarios:
graduados en ciencias informáticas, con experiencia de uno a tres años, cobran
entre 400 y 600 dólares brutos al mes en puestos como database analyst, network
systems administrator, web developer, software programmer o IT
helpdesk support.
Los puestos intermedios, con experiencia de cinco a 10 años, perciben entre
1.200 y 3.000 dólares mensuales como project manager, business developer, IT manager o ERP
consultant.
Los salarios en
el sector de TI de Vietnam son un 50% más bajos que en Europa del Este, un 40%
más que en China y un 30% que en la India.
La industria de la programación de software es un extraordinario negocio y fuente de trabajo, mueve en Vietnam 2.500 millones de dólares al año y ha
crecido a tasas del 20%-25% en la última década.
En 2013, el comercio electrónico aumentó en el país un 300% con respecto al año
anterior, de 700 millones de dólares en 2012 a más de 2.200 millones en 2013.
Para 2015, el Ministerio de Industria y Comercio estima que el sector
rondará los 3.700-4.300 millones de dólares, impulsado por el crecimiento de
los usuarios de Internet, el mayor número de compradores on-line y el incremento del gasto medio efectuado por este
canal.
Las ventas se concentran en ropa, calzado y cosméticos. Un 65% de las
personas que compran on-line admiten que adquieren este tipo de
productos regularmente, por delante de productos tecnológicos (35%), aparatos
de hogar y electrodomésticos (32%), billetes de avión (25%), alimentación (20%)
y libros (20%).
La industria on-line vive años dorados en Vietnam gracias a los bajos costes de acceso a
Internet. Por ejemplo, el coste medio mensual de una tarifa plana 3G no supera
los 10 dólares, en comparación con los 25 dólares en Indonesia (8% de la renta)
y los 45 dólares en Tailandia (10%).
La
democratización del acceso a Internet, la joven población y la prominente
formación en nuevas tecnologías han iniciado un boom en las industrias
digitales. Una de ellas es la creación de videojuegos.
En 2012, Vietnam
contaba únicamente con cuatro empresas de desarrollo de estos productos, cifra
que superó las 60 compañías en 2014, con más de 250 juegos publicados al año
para competir en un mercado doméstico que se pronostica duplicará su tamaño hasta
alcanzar los 410 millones de dólares en 2017.
Tras el arrollador éxito del videojuego vietnamita Flappy Bird, uno de los juegos gratís que tuvo mayor descarga en App Store y Google Play, llegó a ser número uno mundial en ventas (con más
de 50.000 dólares diarios de recaudación y una inmensa polémica rodeando a su
creador, acusado de violación de derechos de autor), otros estudios han tomado
el relevo con lanzamientos de éxito global como School Cheater, Ninja
Revenge, INK redible o Fuzel.
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