El Fondo
Monetario Internacional (FMI),
en su reciente informe, publicado el 29 de abril de 2015, se percibe un
crecimiento en América Latina y el Caribe de 0.9% en este año 2015; menor al 1.3% visto en pasado 2014. Observemos las expectativas, a corto plazo, de los países de:
América del Sur. Las posibilidades de crecimiento son
relativamente débiles, sobre todo en sus economías más grandes, como Argentina,
Brasil y Venezuela. Se prevé sólo un crecimiento en Chile y Perú.
América Central y el Caribe. Se proyecta que se
mantenga estable el crecimiento que ha tenido la región; se estima que México
se fortalecerá, amparado por una reducción de la factura petrolera de las
importaciones y una robusta recuperación económica en los Estados Unidos.
Para 2016, se prevé una recuperación moderada del
crecimiento en la zona hasta el 2%.
En dicho informe se señalan los riesgos a la baja que
podrían afectar todavía más las perspectivas para América Latina.
Posibles Riesgos
Una mayor debilidad en los precios de las materias
primas, tal vez vinculado con una desaceleración más pronunciada de la
inversión en China, acentuaría las presiones sobre los exportadores netos de
materias primas de América del Sur. Al
mismo tiempo, los riesgos financieros se han intensificado, tras un período
prolongado de fuertes entradas de capitales y crecimiento del crédito a nivel
regional y bajas tasas de interés a nivel mundial.
Un crecimiento mayor que el esperado en Estados Unidos
beneficiaría a sus principales socios comerciales en la región, en particular a
América Central y México, pero también podría acelerar a un ritmo más intenso
del previsto actualmente la normalización de la política monetaria de Estados
Unidos.
El prolongado debilitamiento de la actividad económica
también acentúa el riesgo de que se cometan errores en términos de políticas
internas, en especial relativos a intentar prevenir una desaceleración
estructural con políticas de estímulo excesivas.
Tendencias opuestas
Se proyecta que las tendencias de crecimiento entre
las economías
financieramente integradas (Brasil,
Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay) difieran a futuro, reflejando
distintas exposiciones a los mercados internacionales de materias primas y
otros factores específicos de cada país.
Brasil está atravesando la peor recesión en más de dos
décadas, con una contracción esperada del producto del 1% en 2015.
México, la segunda economía más grande de la región,
enfrenta perspectivas comparativamente favorables. Se espera que el PIB crezca
un 3% este año.
Entre las demás economías financieramente integradas,
Chile, Colombia y Perú enfrentan dificultades relacionadas con la disminución
de los precios de exportación de las materias primas y la consecuente caída de
la inversión corporativa. Sin embargo, los sólidos fundamentos macroeconómicos
proporcionan un importante margen de maniobra para la aplicación de políticas.
Las condiciones económicas en algunos de los demás
países exportadores de materias primas (menos financieramente integrados) de
América del Sur siguen siendo particularmente desafiantes. Venezuela entró en
recesión a principios de 2014 y se prevé que sufra una grave contracción en
2015.
En
Argentina, las presiones cambiarias
se han atenuado recientemente, pero aún así se proyecta una reducción moderada
del producto en 2015, lo que extendería la desaceleración del año pasado.
A diferencia de América del Sur, se prevé que las
economías de América Central se vean beneficiadas por el entorno externo
actual, particularmente por la recuperación en Estados Unidos. Para 2015, el
crecimiento se proyecta en un sólido 4¼ por ciento, nivel cercano al del año
pasado.
En la región del Caribe, se prevé que continúe la
recuperación económica a pesar de la persistencia de vulnerabilidades externas,
fiscales y financieras en varias economías. En las economías del Caribe
dependientes del turismo, se proyecta que el crecimiento siga mejorando, hasta
un 2%, en 2015.
Información completa: http://www.imf.org/
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